Todo dio un giro inesperado. Aventurarse a seguir el instinto no era algo que podía atribuir a mi persona. Pero todo cambió. Ayer. Quizás sea algo banal y risueño por la manera en la que lo viví, en la que o vivimos, pero en realidad fue una experiencia extraordinaria. Inigualable.
Haber vivido la campaña del FJpV tan de cerca y perdernos el último día, no era aceptable. Por eso, con Noelia, nos fuimos al Hotel Intercontinental. Sin la seguridad de saber si ibamos a entrar o no. Mejor dicho, si nos iban a dejar entrar o no ya que no teniamos acreditación o invitación. Nos mandamos de lanzadas que somos. Y, muy a mi sorpresa, lo hicimos. Entramos al hotel. Estuvimos ahí. La crónica más felíz de mi vida.
Después se le suma todo lo que tuvimos que pasar ahi. Los dolores de espalda, cabeza, esperar y que nunca salgan, a la JP cantando todo el tiempo, las cumbias oficialistas, el calor incesante (que fue provocado a propósito ya que ordenaron apagar el aire acondicionado), qedarme sin baterias en la cámara y perder el grabador. Pero todo suma.
Una experiencia más que agradable.
Todo lo que pasó ahí, en el blog de TCP. Excitante.
Sumo el cholulismo generalizado de la población.
Cada vez más segura de que es esto lo que quiero hacer. Aunque hace falta pulir mucho el estilo, la escritura... creo que puedo.
